Aprecien el elegante toque chic del moho sobre la pared. Parece ser que un ente al que llaman "bajante" es el responsable de esta obra de arte vanguardista. Afortunadamente, cada vez se va haciendo más grande, para alegría y gozo de los que moramos en esta sede administrativa, y es que, de todos es bien sabido, que respirar moho es bueno para la garganta y que la humedad fortalece los huesos y revitaliza el tono muscular.
Lo más sorprendente de todo es que un compañero, no falto de razón, opina que se trata de manifestaciones ectoplásmicas del más allá, como si de las caras de Bélmez se tratara pero en versión administrativa, pues cree ver el rostro de un alto cargo haciendo una pedorreta, burlándose para toda la eternidad de los funcionatas pringadillos que tengan la suerte de estar destinados en estas modernas dependencias.