jueves, 19 de febrero de 2009

Mala puntería


Estuve hace poco en una sede hermana y descubrí este elegante cartel a la hora de miccionar. Y es que la falta de puntería es un tema serio y más frecuente de lo que pueda parecer, como ya traté aquí. En vista del panorama, está claro que la solución más limpia y ecológica es la vuelta a los orígenes: mear en el campo.

Lo cierto es que las dependencias ya prometían distinción y finura a raudales, incluso antes de entrar, pues han sido estratégicamente ubicadas en frente de un establecimiento conocido por el pueblo llano como "puticlú"; todo un acierto para elevar la imagen de la Administración.

En fin ..., putas, orines y expedientes; surrealismo en estado puro, como nuestra querida Administración.

lunes, 2 de febrero de 2009

A dedo


2009 inicia su andadura con la buena nueva de la creación de una serie de puestos claramente imprescindibles destinados a coordinar a los coordinadores que a su vez supervisaban a otros que también coordinaban y supervisaban.

La Administración comprende que agilizar es contraproducente y estresante, así que hace suyo el refrán de "vísteme despacio que tengo prisa" alargando la cadena de mando con un nuevo eslabón. Los elegidos para la gloria, dada la ingente tarea asignada (el complejo mundo de las musarañas y sus derivados) han sido justamente seleccionados a dedo y cobran como auténticos marqueses. Y es que la crisis es cosa de pobres y gente de mal vivir, de modo que la Administración aquí hace gala de un refinamiento exquisito rememorando los tiempos de la antigua nobleza medieval en los que el rey nombraba a su séquito de condes y marqueses ... ¡qué tiempos aquellos!. Por otro lado, ya sabemos como se las gastaba la nobleza con la sucia y hambriente plebe, de manera que la masa plebeya opositora se tiene que conformar las migajas de raquíticas ofertas de empleo público, y ¿a qué no saben con qué excusa?... ¡LA CRISIS!. Realmente brillante; Maquiavelo una nenaza al lado de nuestra querida Administración.